Dada una controversia, y no habiendo sido posible alcanzar un acuerdo, ofrecemos al litigante que nos confíe su caso una sólida asistencia jurídica en todo tipo de PROCESOS CIVILES de los que han de conocer los Tribunales civiles en demanda de la condena a una prestación, la declaración de derechos y de situaciones jurídicas; la constitución, modificación o extinción de estas últimas, la adopción de medidas cautelares y, en suma, de cualquier otra clase de tutela prevista en la Ley de Enjuiciamiento Civil. Y, su reverso: la defensa a ultranza de quienes sean llamados a juicio en calidad de demandados, procurando su absolución frente a los pedimentos aducidos contra ellos.   

El CÓDIGO CIVIL es la clave de bóveda del ordenamiento jurídico privado y a él acudimos, a diario, con la fe del arqueólogo, en la búsqueda de la pista que nos ofrezca la respuesta jurídica que estamos buscando.

Antes de confeccionar la demanda (o, por el contrario, la contestación) estudiamos  el caso de forma exhaustiva, ponderando los intereses en juego,  valorando la viabilidad (o no) de la acción a ejercitar (o ejercitada de contrario) y el riesgo de una hipotética condena en costas.

El Socio Director de la firma SANCHEZ-PACIOS Abogados, Ramón Sánchez Pacios, lleva ejerciendo la abogacía ininterrumpidamente desde hace más de 30 años. Y sus compañeros de despacho 25.

Somos abogados que ejercemos, desde hace décadas, nuestra profesión con exclusividad, día a día, y con pasión. Nos gusta sentirnos cercanos al cliente y ser empáticos con su problemática. Defendemos su causa siempre con determinación y así, con muchos de ellos, nos une, tras años de fructífera relación, una confianza inquebrantable, que es nuestro mayor tesoro.   

Y es que nuestro pequeño secreto es que para nosotros no hay pleito pequeño, pues desempeñamos nuestra labor profesional con el mismo entusiasmo en un JUICIO VERBAL que en aquellos otros PROCEDIMIENTOS ORDINARIOS en los que están grandes intereses en juego, pues, por experiencia, el desempeño de la encomienda de la reclamación de una pequeña deuda (de cuotas de comunidad o de amortización de un préstamo), en no pocas ocasiones, es la antesala de mayores empresas.